Cuando compramos nuestra primera autocaravana, el querido Quincy B la consiguió en una esquina de King's Cross en Sydney, el primer elemento que inspeccioné fue la cocina. Para mi marido, era la altura del top abatible. Teníamos nuestras prioridades que coincidían con nuestras estaturas y ambos queríamos un vehículo, además de eso, un hogar, que pudiera satisfacer nuestras necesidades mutuas (una tienda de campaña de lona no era realmente práctica). Necesitaba cocinar para los dos durante todo el viaje para no arruinarnos al atravesar la costa australiana ya que el cambio de moneda seguía siendo nuestro enemigo; y necesitaba ponerse de pie. Quincy B nos brindó a ambos. Solo necesitaba aprender a cocinar, y mucho menos en un tamaño apenas menor al de un juego de cocina de juguete para niños pequeños. Esto fue hace una docena de años y desearía tener el beneficio del libro de Ashleigh Butler, The Small Kitchen Cook .

Comienza con la captura de ensueño de Ash sentado en un autobús VW perfecto y reliquia, rojo, recién despertado con una taza de café recién hecho, tacha eso, probablemente algo incluso más genial que matcha en la mano. (Probablemente sea su Chai con una mezcla de especias hecha en una camioneta que se encuentra en la página 133.) Sí. Ash es genial. Y el tipo de persona genial a la que realmente no le importa lo genial que sea. Ella naturalmente ama las cosas naturales y tiene una presencia que mis montañas de tiempo de meditación claman por lograr.

Y Ash sabe cocinar... en una cocina apenas parecida a la de un juego de cocina para niños pequeños. Pero una cocina pequeña que también luce genial. Por ejemplo, tiene muchos frascos de alimentos básicos y tantos frijoles que hacen que la cinta adhesiva y el sistema de etiquetado Sharpie luzcan elegantes.

Sus recetas muestran un magnífico espectro desde platos vegetarianos hasta platos flexitarianos y están organizadas por temporada para capturar la madurez del entorno de su autocaravana. También ofrece una variedad de influencias, desde asiáticas hasta italianas, desde lo saludable hasta lo reconfortante. A veces todo lo mencionado junto.

Sus recetas inspiran pero son accesibles y sabes que ya están aprobadas por cocinas pequeñas. Algunos de nuestros favoritos:

• Gremolata (pág.59)
• Risoni (Orzo para algunos) y ensalada de alcaparras (pág. 79)
• Tacos de pescado (pág. 89)
• Sopa de pollo con fideos (con un toque asiático fresco) (pág. 117)
• Pasta con champiñones en una olla (pág. 125)
• Patatas Fritas con Mayonesa de Hierbas (pág. 143)
• Lentejas especiadas (pág. 147)
• Piernas de cordero (pág. 151)
• Pastel frito (porque… sí) (pág. 185)

¡Y adivina qué! ¡También puedes hacerlos en una cocina de tamaño real! Pero…

ADVERTENCIA : La fotografía te hará querer salir de casa, ponerte al volante e irte… inmediatamente.

Entonces... The Small Kitchen Cook está diseñado con el chef casero en movimiento y con espacio limitado y ofrece no solo recetas, sino formas de lograr esto sin dejar de lucir tan genial como lo hace en una camioneta VW... mientras contempla algo. Frío. Fresco.

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